19 de enero de 2014

Londres, de Westminster a Holland Park y Notting Hill

Nuestro segundo día en Londres (el primero os lo conté aquí) fue muy completo y empezó con una visita a la Abadía de Westminster. Es el lugar de coronación oficial del país y la institución se autofinancia 100%, sobre todo con las entradas a la abadía y las donaciones de los visitantes. No es de extrañar teniendo en cuenta que la entrada sencilla para un adulto cuesta 18 libras (unos 22 euros). Aún así, merece la pena visitarla si ya se conoce Londres. Mi zona favorita de la Abadía de Westminster es el coro de la iglesia, de madera oscura, fondo azul y dorado y mini lamparitas de pantallas rojas. ¡El órgano también es impresionante!

Tras la visita a la iglesia, nos acercamos un momento al Westminster bridge para admirar el Parlamento de Londres y su maravilloso Big Ben. No sé qué tiene este edificio y su torre del reloj que hacen que me quede hipnotizada cuando los veo. Unas cuantas fotos más tarde, tomamos el metro allí mismo, en la parada Westminster, y nos bajamos en Queensway, junto a Kensington Gardens. Estos jardines forman parte de Hyde Park, aunque son mucho más tranquilos y solitarios que él. Es muy agradable pasear por allí y admirar los jardines de Kensington Palace, palacio de la familia real que se puede visitar y que tiene una entrada con una pérgola verde muy original. En la planta baja hay una tienda toda con cosas de la familia real inglesa, y también una cafetería.




Al sur de los jardines, y tras cruzar Kensington Road, nos desviamos un poco de la ruta que habíamos pensado y nos acercamos a Kensington Square. Es el típico jardín privado londinense, ocupa toda una amplia manzana y es increíblemente tranquilo. Las casas son preciosas y sorprende mucho que a 3-4 minutos haya una avenida plagada de tiendas, coches y bullicio. No se oye nada. Hay una mini calle que da a la plaza, Thackeray Street, donde leí que había un sitio (Locanda Ottoemezzo) con los mejores sandwiches de la ciudad. Nos acercamos para curiosear pero no los probamos ya que era media mañana y no había hambre todavía. ¡Quedan apuntados para la próxima visita!.

Subiendo por Derry St., donde se puede ver alguna casita de cuento como la de la foto, llegamos a St. Mary Abbots, una iglesia neo gótica realmente espectacular. Los viernes a la hora del almuerzo hay conciertos gratis de los alumnos del Royal College of Music. Te puedes llevar tu propio sandwich y comprar en la iglesia la bebida (té o café).

Por una puerta que da a la salida trasera, se accede a una callejuela pintoresca, con mucho encanto y escondida a los ojos de los turistas: Kensington Church Walk. Allí encontraréis cuatro o cinco establecimientos, a cuál más peculiar. Una tienda de tocados y sombreros para mujer, una peluquería cuya dueña fue la estilista de Liz Taylor o una tienda con cientos de trajes de hombre (¡no cabe un alfiler!).


Caminamos por Kensington Church Street en dirección al barrio de Notting Hill y, de paso, preguntamos el horario de cenas en el conocido pub Churchill Arms. Está muy recomendado en blogs y guías de viajes por su comida tailandesa y lo teníamos bien apuntado ;) Dan cenas hasta tarde, así que es un buen sitio para ir a cenar fuera del horario inglés.

Justo frente al pub, en la calle Campden Street, está la tienda de Sally Clark, donde podéis probar pasteles deliciosos, dulces o salados, mermeladas, pastas, cositas para picar, etc. Tienen una tienda, un horno propio y un restaurante y presumen de usar ingredientes de primera calidad, con denominación de origen y sin usar aditivos ni conservantes. Nosotras probamos la tarta de zanahoria (10 sobre 10) y el pastel de pollo (10 sobre 10). No está mal, ¿no? La tienda era preciosa, el persona muy amable y lo que probamos... ¡¡buenísimo!!

De allí nos fuimos con la bolsa cargada con el lunch a Notting Hill. Callejeamos sin rumbo, girando a derecha a izquierda sin ruta fija y dejándonos llevar entre bocado y bocado. Es un barrio realmente precioso, muy tranquilo, con jardines privados por todas partes y con zonas de casas completamente blancas y otras que rompen el blanco absoluto con sus puertas de colores. Y otra vez el silencio y la tranquilidad que hacen que te olvides de que estás en una ciudad enorme.



Paseando y paseando llegamos, sin querer, a Portobello Road. Tanto yo como mi amiga MJ ya conocíamos el mercado y teníamos nulo interés en volver. Mi recuerdo de ese mercado era el sentirme agobiada por no poder moverme, así que no tenía ganas de repetir la experiencia. Pero, pese a ser viernes por la tarde y estar todas las tienditas abiertas, la calle estaba desierta. Desierta quiero decir que no había nadie. Zero people. Wow!!!!! Así que recorrimos la calle Portobello, que en realidad es muy especial, agradable y con muchísimo encanto.

Finalmente llegamos a Blenheim Crescent y Elgin Crescent. Hay que ir. Admito que siento debilidad por este tipo de calles o edificios semicirculares tan típicamente ingleses, pero es que estas en particular son especialmente bonitas y están totalmente impregnadas de esencia british. ¡Cuánta foto hicimos!

De vuelta a Notting Hill y ya con la noche sobre nosotras, hicimos un alto en un pub del barrio, muy elegante y acogedor. Tras el descanso, refrigerio y charla, nos fuimos a cenar al Churchill Arms. ¡Vaya sitio! Por fuera es una montaña de plantas colgantes y por dentro es otra montaña de los mil cachivaches que os podáis imaginar. Si tenéis mucha claustrofobia, puede que no sea vuestro sitio ;) La mitad del establecimiento es un pub, siempre a tope. Y la otra mitad, restaurante. Las mesas están muy juntas unas a otras pero es un sitio diferente al que hay que ir. Y lo importante, ¡la comida! Muy buena, con carta donde está bien explicado si pica nada, poco, regular o muchísimo, y con mucha variedad de platos donde escoger.

Tras la cena cogimos el metro y fuimos a la zona de Belgravia a pasear y ver un poco más de iluminación navideña. Incluso entramos en el Victoria and Albert Museum, museo fantástico que los viernes por la noche tiene sesión de puertas abiertas y ambiente de fiesta muy cool. Y después, a descansar después de un tremendo día, ya que al día siguiente la caminata continuó al norte de Regent's Park, haciendo cata de cupcakes y recorriendo el mercado de Camdem :) ¡Os lo cuento todo en el próximo post!

¡Un abrazo graaaande viajer@s!

Os dejo los links de interés de los sitios que he ido mencionando :)
Westminster Abbey
La tienda de Sally Clark
Iglesia St. Mary Abbots
Restaurante Locanda Ottoemezzo
Pub Churchill Arms
Victoria and Albert Museum

4 comentarios:

  1. Q maravilla... cuanta cosa y todo apuntado. Uno nunca se cansa de volver a Londres y conocer un poco más de la ciudad.
    las fotos son muy bonitas.

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  2. ¡Gracias! Es verdad, Londres siempre tiene algo para descubrir :)
    Un abrazo y gracias por comentar,
    Anna

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  3. Hola Anna! Después de leer esta entrada, me entran unas ganas enormes de volver a Londres...:-)
    Me tengo que hacer una lista con todos tus consejos para cuando vaya!
    Las fotos son chulísimas, me encantan.

    Un abrazo y feliz año!

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    Respuestas
    1. ¡Hola Marian! Me alegra que te gusten las fotos y que hayas apuntado cosas para cuando vuelvas a Londres :) ¡Ya me contarás tu viaje!

      Gracias y feliz año también para ti :D

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