Mi otra compañera de vuelo fue Maite, una (nada más y nada menos) chef española de un hotel 5 estrellas lujo del centro. Hablamos de todo un poco, nos contamos media vida y me dijo que, después de cinco años en Londres, está enamorada de la ciudad y del país en general. Maite me recomendó dos sitios para ir comer. Uno de ellos es una pastelería francesa a la que fuimos y de la que os hablaré en otro post rico, rico que estoy preparando. ¡Gracias Maite!
Así que del vuelo ni me enteré. Después de recuperar a mi compañera de viaje un par de filas más atrás, fuimos al metro y tomamos el Stansted Express. Ya habíamos comprado los billetes con anterioridad en la web oficial del tren y nos salió mejor de precio porque había una oferta al comprar billetes de ida y vuelta para dos personas. Nos costó 44 libras a las dos ida y vuelta. Sí, es más caro que coger el autobús a Victoria, pero el tren llega en la mitad de tiempo y teníamos apenas unos días para estar Londres y no queríamos perder ni un minuto ;)Nos bajamos en Tottenham Hale y allí compramos un billete de metro para todo el día. Vale la pena, ya que el individual costaba 5,5 libras y el que te vale para todo el día con viajes ilimitados, 3 libras más.
A las once de la mañana ya estábamos llegando a las inmediaciones del hotel Studios2Let London, en el 192 de North Gower Street, del que ya os hablé en el último post. Pinchad aquí para leerlo :)
Londres, ¡por fin!
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